Por Sin Reservas
CIUDAD DEL ALTO, Bolivia.- Su santidad el Papa Francisco al arribar a Bolivia, fue recibido por una cálida multitud al son de «Francisco ‘Amigo’ Bolivia está contigo».
El jefe de Estado Evo Morales, en nombre del pueblo boliviano, le dio la formal bienvenida al Santo Padre.
Este por su parte en una alocución que se extendió por doce minutos, inicio diciendo que esta con los hijos de Bolivia que no pudieron estar presentes, por haber tenido que buscar refugio en otro lugar, en buscar de una mejor vida.
«Estoy aquí en fraterna comunión en el señor, en esta tierra bendecida por Dios, con sus lagos, la amazónica, sus valles cubiertos de flores y bendecida en sus gentes», resaltó el Papa.
Dijo que una cosa importante es el respeto mutuo y el dialogo, en esta tierra en que llego el castellano y convive con otros 36 idiomas originario.
Añadió que «como huespe y peregrino vengo a contribuir, con esta tierra, con este pueblo, y arraigo con fuerza el anuncio del evangelio».
Su constitución cuenta con los derechos de las minorías e incluye el crecimiento en valores de las personas, sin excluir ni rechazar a nadie. Recordó que existe el riesgo de que «La abundancia de unos se construya sobre la escasees de otros».
Exoltó a los pastores a que su voz tiene que ser profética, agregando que la obra de Jesús busca la protección integral de la persona y que no se puede seguir a Jesús sin hacer la obra de él por los demas.
El Santo Padre hizo hincapié en que la Iglesia siente una gran preocupación por los jóvenes. agregando, que son promesas de futuro.
«Cuidar a los niños, hacer que la juventud se comprometa es la garantía para la sociedad y la custodia de los mayores y de los que son descartados; a los niños, jóvenes y ancianos, hay que cuidarlos y protegerlos». aseguró.
Agradeció a todos su presencia, Presidente, hermanos y hermanas… Gracias por estar aquí. Pongo esta visita bajo al amparo de la Virgen de Copacabana «Reina de Bolivia».
Recibió las llaves de la Ciudad del El Alto.
Recorrido hacia La Paz
En su recorrido hacia La Paz, Francisco se detuvo donde en el 1980 fue asesinado el sacerdote jesuita Padre Luis Espinal.
Al tomar el micrófono logró que la multitud hiciera un minuto de silencia en memoria del malogrado sacerdote, y a seguidas expuso, «el hermano Espinal fue victima de intereses, el padre Luis Espinal predicó el evangelio, lo que molesto y por ese evangelio lo eliminaron». Ese evangelio que nos trae la libertad como a todo hijo de Dios, que Jesús lo tenga junto a él. Y oró.
Finalmente una vez mas solicitó a la multitud, «Por favor no se olviden rezar por mi».